• Planificación estratégica global alineada con los parámetros de riesgo/rentabilidad de cada cliente, adaptada a la situación del ciclo económico e inmobiliario de cada momento.
  • Fiscalidad. Minoración del impacto fiscal de cada inversión-desinversión.
  • Gestión comercial. Aportar valor añadido con relación de excelencia con clientes de primer nivel.
  • Gestión obras y mantenimiento. Desde adaptaciones por rotación de inquilinos hasta elaboración y revisión de contratos SLA (Service Level Agreement)
  • Gestión administrativa. Emisión de recibos y facturas, actualizaciones IPC, altas-bajas suministros, revisión IBIS, renovación avales y control de gastos de comunidad.
  • Coordinación de las áreas implicadas en el óptimo funcionamiento de un inmueble aplicando criterios comerciales a la gestión global.
  • Optimización financiación. Renegociación continua con entidades financieras.
  • Gestión jurídica. Desde adaptación legal de propuestas comerciales a solución de conflictos amistosos, demandas y lanzamientos.